Los pueblos siempre han necesitado de líderes que los motiven a la acción, escribe el destacado comunicólogo Federico Torres. “Y Michael Jordan es el caso”.
En un artículo publicado en Merca2.0, Torres –originario de Guadalajara, consultor y catedrático en la Universidad Panamericana de esa ciudad– señala que nada cohesiona más a una sociedad que la afición en torno a un equipo deportivo, pues en él, se encuentra la identidad… ”No existe algo más poderoso que una coalición de aficionados en donde convergen personas de todas las edades y círculos sociales que brincan sin parar en una duela, estadio o gimnasio, vitoreando a su ídolo”.
Jordan ganó dos tricampeonatos con los Toros de Chicago en ocho temporadas. Es una leyenda. Jugó quince años a un ritmo impresionantes y anotó un promedio de 30 puntos por partido. ¡Es una locura!
“Es de suma relevancia que Jordan vuelva hoy a ser noticia formando parte de una red temática de calidad, y más bajo estos tiempos que vivimos, dado que proporciona inspiración, esperanza y entretenimiento a la población, sobre todo de jóvenes que no le vieron jugar”, puntualiza Torres en Merca2.0.
En Netflix se transmite la miniserie titulada “El último baile” (The Last Dance). Narra la historia de Air Jordan, y le hace justicia a este competitivo deportista que siempre quería ganar, hasta en las canicas; su grandeza de espíritu y notoria influencia en sus compañeros de equipo “alcanza cientos de kilómetros y rebasa a la mayoría de sus contemporáneos. A todo lo anterior se le llama liderazgo”.
¿Cómo un hombre-marca con dotes de comunicador puede beneficiar a la ciudad en donde juega su equipo?
Revisemos estos conceptos:
Liderazgo. Persona que adopta una conducta de líder. Es el centro de la estrategia. Michael Jordan representaba este rol.
Capacidad de comunicación y motivación. Jordan diseñaba el mensaje para cada juego e influía en todo el plantel incluyendo a Phil Jackson el head coach.
Habilidad para la organización. El juego es el más rápido de los llamados de conjunto (“el deporte ráfaga”), y se requiere una formación de defensa y ofensiva bien dominada, que ellos llamaban “el triángulo” y que se estructuraba en torno a MJ.
“La ciudad de Chicago, dentro del espectro marca-ciudad, sin duda tomó mayor relevancia sobre todo para el turismo durante la época de los noventa, toda vez que ahí radicaba una de las más grandes estrellas de su firmamento, el líder Michael Jordan”, cierra Federico Torres.
Líderes como él necesitamos en esta nueva realidad. Mucha atención, mujeres y hombres de negocios.
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