Nadie debe decirte que no aspires a más, que no sueñes ni te esfuerces para salir adelante y alcanzar mejor calidad de vida. Y si tuviste el privilegio de estudiar y obtener uno o más títulos, hazlo con mayor razón e incluso con sentido social, con la meta de compartir y dar beneficio a otros que están en tu ámbito profesional.
Nadie debe decirte que eres egoísta e hipócrita si decides prosperar y alcanzar mejores estándares de vida. El esfuerzo por lo general tiende a ser generoso porque conlleva compartir y beneficiar a quienes te rodean, y porque entrar en un círculo virtuoso económicamente no es ser falso ni embustero, sino la oportunidad de ser mejor y (de cada quien dependerá) más solidario con los demás.
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